lunes, 8 de septiembre de 2014

LA COLINA DE LOS QUEMADOS Y NUESTRO PASADO IBERO

       A Córdoba se le conoce muy bien por su pasado como capital de Al-Andalus,  y también por el romano donde fue capital de la Betica. En ambas épocas Córdoba fue cuna de la sabiduría, además de ser una ciudad en progreso y muy importante. Pero muy poco se conoce del pasado Íbero, un pasado para mí muy importante, tanto que aún se mantiene algo de él en nuestro nombre, pues el sufijo -uba (actual -oba) viene de nuestros antepasados íberos. Pues aunque muchos lo desconozcan, el toponimo de Córdoba ha sobrevivido desde entonces, 

      Por un lado tenemos la raíz Cord, que según algunos autores viene del indoeuropeo Kard- que significa: "piedra""pedregoso". También el sufijo -uba viene del Indoeuropeo y significa "agua", "río", (aunque antiguamente se pensaba que significaba ciudad). Por tanto Corduba podría significar "Río pedregoso" 

      Desde el III Milenio a.C hay un cambio de asentamiento, la población se traslada al lado izquierdo de la orilla del actual río Guadalquivir, esa emigración se verá ininterrumpida hasta el siglo II a.C, y ya por entonces el nombre Corduba empieza a resonar con fuerza. E incluso, en el siglo VIII a. C se empieza a vislumbrar un asentamiento protourbano con una marcada e importante función de control del territorio así como su explotación. La explotación de los metales de Sierra Morena así como una agricultura arraigada hicieron del lugar un enclave importante.

         Será en la conocida como Colina de los Quemados donde un grupo de Turdetanos establecerá su asentamiento. Se trata de una colina alargada, elevada sobre la llanura aluvial, siendo este el lugar elegido por los turdetanos hasta la llegada del General Claudio Marcelo allá por el siglo II a.C. 

         El trabajo de arqueólogos de gran renombre como Diego Ruíz Mata y Jose María Luzón supuso un avance importante para conocer bien este lugar. Los hallazgos de esta impresionante labor que realizaron se pueden ver en el Museo Arqueológico de Córdoba. 

      Tras la llegada de los romanos a la Península Ibérica para luchar contra los cartagineses decidieron quedarse tras ver los enriquecedores lugares que aquí se vislumbraban. Cuando llegaron a Córdoba, a sabiendas de que había un asentamiento turdetano, decidieron establecerse en otro lugar a unos metros del anterior asentamiento, haciendo que gradualmente los primeros pobladores turdetanos fueran abandonando su antiguo  asentamiento para formar parte del nuevo y grandioso romano. Terminando de esa manera los días gloriosos del asentamiento turdetano de la Colina de los Quemados.

     ¿Dónde se encuentra la Colina de los Quemados? Si hoy fueramos a ver el lugar donde se encontraba este asentamiento, deberíamos dirigirnos al cementerio de Nuestra Señora de la Salud, de allí al Parque Cruz Conde (conocido como el circuito del ColaCao), siguiendo hasta el Hospital Provincial y terminando en la zona más alta del Fontanar. Desde allí subiríamos hasta Menendez Pidal, y de allí hasta Vistaalegre. 
     



        También debemos tener en cuenta al autor Ramírez de Arellano, quien habiendo estudiado el lugar sitúa un puente de piedra en el lugar, este puente podría estar situado en el actual Jardín Botánico, que comunicaba el asentamiento turdetano con la campiña cordobesa
   
      

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